El proceso de selección.
Cada semana llegan una media de quince currículos nuevos. Quince oportunidades de trabajo, quince personas que quieren apuntarse a nuestra bolsa de trabajo. Pero no los quince se quedarán a trabajar con nosotros, ya que no todo el mundo quiere hacer este trabajo. Muchos lo necesitan, muchos creen que lo quieren, pero la mayoría no tienen ese punto especial que te hace apto para cuidar de alguien vulnerable. El trabajo de Granma es encontrar a las cuidadoras que sí tengan ese carisma.
Pasan una primera entrevista, donde se puntúan los conocimientos básicos de atención domiciliaria, y se valoran aspectos personales y profesionales y se comprueba su vida laboral.
Pasan una segunda entrevista cuando tenemos una oferta de trabajo en firme; una familia que necesita un perfil concreto. Buscamos de entre las candidatas de nuestra bolsa de trabajo la cuidadora que mejor encaja con lo que necesita nuestro cliente.
En esta entrevista profundizamos en puntos más concretos que afectan el día a día de nuestro cliente, como los cuidados concretos que hay que hacerle, el carácter, aficiones en común, religión... Buscamos puntos comunes, sobre todo en trabajadores internos, para que la convivencia sea agradable.